Cuestión de pelotas

 

Jugadoras de futbol

La afición a pasarse la pelota unos a otros para tratar de meter goles es la mejor metáfora de nuestra sociedad tecno-capitalista: Los problemas se mantienen en movimiento y se tratan de llevar al campo contrario a toda costa. Todo esa fricción esférica y choque de cuerpos está regulada y rigurosamente controlada por unos árbitros debidamente “homologados” así como por una comisión y varios organismos internacionales. Pero la seriedad con que nos tomamos el asunto nos hace olvidar que no es más que un juego arbitrariamente diseñado, en el que el fin verdadero de tanto movimiento y peloteo no es que uno de los equipos gane, sino que el público quede fascinado por el juego, pague su entrada y se mantenga fiel como aficionado o socio. Al final del juego, en el fútbol, los jugadores ganadores suelen abrazarse y saltar de alegría, y el público, por motivos más sentimentales que prácticos, se alegra casi en la misma medida. Los perdedores se darán una ducha y se irán a buscar a sus novias para dejarse consolar.

En la vida real el final del juego puede ser mucho más siniestro: no habrá ya ganadores, todos pierden, pese a las apariencias, los trofeos y los honores. También los “amos” de lo que quede tendrán que vivir en una deteriorada propiedad, codo con codo con sus enemigos, con la despensa peligrosamente desabastecida y el termostato descontrolado.

En el final del juego de la carrera de ratas tecno-capitalista no habrá ganador alguno. Y tampoco habrá novias ni duchas.

tambien_juegan_pelota

 

1 Comments

Deja un comentario