Entre locos y dormidos

Reflexionar un poco de vez en cuando no hace ningún daño, y si te dicen que hay una “jornada de reflexión» es casi preceptivo. Aunque como eterno niño desobediente que soy, reflexiono cuando me da la gana, o sea todos los días, varias veces. En realidad no lo puedo evitar, soy un rebelde

Culpable

Una visión radical sobre el asunto Para atajar verdaderamente un problema, sea del tipo que sea, tenemos que ir a…

La mochila ecológica

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